sábado, 8 de noviembre de 2014

CARTA DE DESPEDIDA A WOODY ALLEN

Dear Woody,

lo siento, nunca sospeché que esto fuera a ocurrir; pero ya no lo soporto más. Estos últimos años han sido difíciles y le he dado muchas vueltas a lo que voy a decirte. No niego que ha habido momento estupendos: cuando apareció Match point (2005) creí que todo volvería a ser como antes, que nada había cambiado y que recuperábamos la pasión; pero solo me engañaba a mí mismo tratando, por comodidad o una parasitaria y vaga melancolía, de no cambiar el rumbo, de dejarlo todo igual, conformarme y seguir aceptando las migajas de lo que había sido un amor grande y bueno, real, intenso, como en las grandes cintas del cine clásico. Tuvimos nuestro mejor momento a finales de los setenta y durante una década enterita en los ochenta; pero, como te estaba diciendo, justo después de Match point (2005), que me fascinó pese a tu obsesión (incomprensible para mí) con Scarlett Johansson, regresaste para enseñarme Scoop (2006), El sueño de Casandra (2007) y, sobre todo, Vicky, Cristina, Barcelona (2008), y eso, como no podía ser de otra forma (¡qué engolada esta expresión!), acabó con todo; esa fue una especie de trilogía de la muerte que me llevó al más fatal desencanto. Entonces me di cuenta (¡anagnórisis!) que cualquier esfuerzo de reconciliación era inútil y que la época de Manhattan (1979), Annie Hall (1977), Interiores (1978), Zelig (1983), La rosa púrpura de El Cairo (1985)... había pasado a mejor vida. Espero que estés bien y sé que te irá estupendamente. Creo que esta separación es lo mejor para los dos. Ojalá no me equivoque y así no tenga que arrepentirme luego para salir corriendo tras de ti, cuando no quede tiempo para el perdón, la confesión o una nueva cita. Ahora te digo adiós, pero con cariño, como antes, recordando los buenos tiempos, los mejores años que pasamos juntos, como si me sentara contigo de nuevo a ver la belleza del Puente de Brooklyn antes de amanecer y después de comernos un perrito caliente. Ya sabes que te admiro mucho y te quise, eso, lo digo esperanzado, no cambiará pese a los últimos desencuentros. Afectuosamente, Emil.


2 comentarios:

  1. La sutil ironía de Vicky, Cristina, Barcelona está muy infravalorada. Pero reconozco que la calidad de Woody ha disminuído progresivamente, pero discrepo con mucha gente respecto a esta película, si quieres puedes leer mi reseña de filmafinitty.

    Un saludo, espero ver el skyline neoyorquino junto a ti y recordar los maravillosos ochenta algún día tomando un aguado café a la madrugada.

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  2. Te copio la crítica que hice en su momento el filmaffinity:

    "He leído todo tipo de críticas en este apartado y la verdad que pienso o que o algunos no entendéis lo que ha hecho Woody Allen o yo he visto una película diferente.

    Le doy un notable porque he encontrado una especie de pereza mental del director barra guionista en el desarrollo final del argumento, porque a Bardem no me lo creo en absoluto, no sé si porque no me creo al actor o porque no me llego a creer el personaje y porque la última secuencia de Penélope me parece tan histriónica que no soy capaz de asimilarla ni siquiera dentro del propio universo surrealista de la película. Por otro lado, me parece absolutamente brillante la sutil ironía, el rebuscado sarcasmo del que ha impregnado Allen a Vicky Cristina Barcelona.

    Leí en una crítica que ha sacado su lado más Rhomer, y estoy totalmente de acuerdo. Además lo ha hecho calculando con precisión el sentido más absurdo de la narración, ha hecho un guiño a los manuales de escribir guiones, al universo meta cinematográfico y por encima de todo ha dibujado con premeditación y alevosía una historia tan increíble como cierta.

    Siempre he pensado que Woody, en sus comedias, nunca deja que una historia ensombrezca a los personajes, a los diálogos y a la particular forma de hacer cine, dejando que el cine sea casi un personaje más sin ser nombrado, y en esta ocasión, precisamente, ha conducido a su cuarteto impresionista por un universo en deux es machina tan brillante como incuestionable.

    Me hace gracia, por otro lado, los que decís que Scarlett es ensombrecida por Penélope. Es de lo más pretencioso y culturilla de catálago. Siempre se cumplen las premisas de que cuando hay un personaje exaltado ensombrece a otro que no lo es. Scarlett está todo lo comedida y todo lo americana que requiere el papel de Cristina y Penélope está todo lo española y todo lo loca que su personaje requiere, y la ensombrece el la medida en la que Cristina tiene que ser ensombrecida por Maria Elena, me parece tremendamente fácil decir que Scarlett está floja cuando borda un papel que es como es, con su cliché premeditado y sus carencias emocionales.

    Lo malo es que a Allen al final de la peli se quiso tanto a sí mismo que se olvidó de terminarla. Se metió tanto en el rhomerismo que acabó las vacaciones de un plumazo, y no sé si me equivoco, pero la sensación final que tengo es que podría haber echado tres vistazos más a las diez páginas finales del guión, SPOILER quitar una pistola y unas caras largas y cuadrar una comedia que me ha hecho reír cuando el resto de la sala estaba en el más absoluto silencio.

    Siempre confío en Allen, porque siempre me deja con la sensación de que se ha reído del mundo entero mientras todos piensan que está loco."

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