jueves, 21 de mayo de 2015

SÁBADO, 28 DE AGOSTO DE 2004. —El esplendor de la mañana, del alba de verano, que llega suave, silenciosa, sin ningún mal augurio. En apariencia sin pájaros de mal agüero a la vista; pero sí las calas, las playas, donde el mar lame y relame las guirnaldas festivas de un sol en perpetuo jolgorio, en permanente resaca y celebración. Lezamianas o lezamescas imágenes de caleidoscopio. Sierpes de polícroma anatomía, coloraturas de una naturaleza bélica en su paz de lacios cabellos y pieles saladas. Y tú, junto al mar, te quedas en las terrazas, sorbiendo el destilado oro de estos días que se han ido quemando en una llamarada dulce. Y entre las risas de los más bellos y jóvenes amigos, sobre ellos y tú, más arriba, el sobrecielo, el toldo de estrellas y el ojo buñuelesco de la luna, la diosa blanca de las sangres y las mareas, el huevo crudo del tiempo, la tuerta hermosa de Géorgès Melies, y antes de aquel Julio Verne que tanto leíste de niño.

2 comentarios:

  1. Parece mentira que hayas escrito esto a los... Espera 2004 - 1980= 24! Ejem... 24 años, escribieras algo como esto. Desde que leí tu primer poema he pensado y sigo pensando que tienes un talento y una sensibilidad fuera de lo común, única y extraordinaria. ¿sabes cariño? Algún día se darán cuenta de que el que tiene talento eres tú. Mientras. Soy tu fan number 1.

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  2. Gracias, cariño, pero ya saben que la que tiene talento eres tú. Yo también soy tu primer fan, ya lo sabes, desde siempre, desde el primer momento.

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